8.8.07

Yosemite-Bishop, septiembre de 2006

(Ha pasado casi un año y aún no había colgado fotos del viaje del año pasado... Además tenía el blog abandonado desde febrero, así que ya era hora de renovarle la fachada...)

Primeros de septiembre y nos encontramos rumbo a una de las mecas mundiales de la escalada Davilo, Ana, Talan y el que escribe con la intención de repetir algunas de esas vías y bloques tan rodeados de mitos con las que tanto has soñado y con cinco semanas por delante. Pero los del aeropuerto de Londres no están muy por la labor de ponernos las cosas fáciles; nos dicen que nuestros petates (salvo los de Ana) llegan con un día de retraso en teoría y nos toca buscar motel en San Francisco en medio del cabreo. Al menos el coche que reservamos está preparado. Por suerte al día siguiente aparecen los petates, ponemos rumbo al este y llegamos al parque de noche, por aquello de que si entras de noche así no registran tu entrada.

Amanece y flipamos con las paredes, el valle y, sobretodo, por el calor... Se supone que septiembre es buena época por aquello de evitar los calores veraniegos y las primeras nevadas de octubre, ¿el cambio climático? ¿habrá que empezar a pensar en octubre para otra vez? No es normal tirarte 20 días durmiendo al raso con el saco totalmente abierto por la noche y despertarte a las 6 o las 7 empapado en sudor como si estuvieras en la canícula madrileña.

Reconocimiento del terreno con Ana como guía de excepción y a trepar un poco al lado del Camp 4, en el Swan Slab, una ponzoña de sitio. Y a sobar en la cola para pillar plaza por la mañana. Estamos dentro. Tiempo de aprovisionarse de comida. Ivo Ninov, al que conocimos en los bloques del Camp 4, nos hace un croquis para ir a Oakhurst a por papeo para un mes a un precio razonable. Un personaje este búlgaro afincado en el valle desde hace más de 7 años: comparte casa con Dean Potter y Steph Davis, cuida de la perrilla de éstos en sus numerosas ausencias y reparte su tiempo entre la escalada, las proyecciones, los saltos desde avionetas, el salto base y su trabajo como probador de material para Metolius y otras marcas... nada mal, eh?

Vamos conociendo a más españoles y en seguida te habituas a la vida por aquí: slack line para despertarte, desayunos de gratuit en la cafetería, evitar a los rangers y a las ardillas, incribir a una persona diferente cada semana para que no te pillen (al final nos pillaron en una 'redada española' y nos tuvimos que ir, previa multa -el día antes hubo 'redada japonesa'-) no ponerse tonto con los osos (vale... la comida es tuya y punto!), no pagar un duro por las duchas y echarle mucho morro para colarte en el buffet (aunque para la mierda de comida que ponen no merece la pena arriesgarte a que te pillen)... Con el tiempo acabas conociendo a la gente que curra en los garitor del parque, en su mayoría ecuatorianos y mexicanos que nos hacían unos descuentos y unas promociones en las pizzas, perritos y demás delicatessen que por aquí se destilan que ni los del Telepizza (dos pizzas familiares -familiares a lo yanqui, de las que no te comerías ni entre dos- por sólo 4 dólares, por las dos!!).

¿Y la escalada? No sabría decir si fue el calor atorante, el aura que envuelve a ciertas vías que no serían para tanto de estar en otros lugares del mundo, lo patinoso del granito o el agobio de tanta gente que te mira como a una atracción más del parque desde sus autobuses guiados por los rangers, el caso es que nos llevamos algo de decepción. Tras asarnos al solecito en la Serenity crack y disfrutar de sus plasticosos agarres vimos que lo mejor era evitar por un lado las vías clásicas (igual hace 20 años eran la hostia, ahora ya no tanto) y por otro huir del lorenzo. Así que nos habituamos a escalar algo por la mañana buscando la sombra, esperar y repetir otro poco por la tarde.

En las dos primeras semanas se van sucediendo el Cookie Cliff, el Chapel Wall, algo de bloque en los Cathedral Boulders y el Camp 4, otro poco de escalada arrastrada en la Generator Crack, una pizca de artifo en The Prow... Cada uno de los cuatro ansía cosas distintas pero en el fondo todos queremos sólo una cosa: escalar, escalar y escalar, y si nos subimos de paso el Capi pues mejor, y si es por Free Rider, Salathé o The Shield pues mejor imposible. Nos vamos preparando para Free Rider siguiendo los consejos de Ivo: ir quemando etapas antes en vías como la Norte del Rostrum y Astroman... eso, y conseguir un par de Camalots del 5 para los casi 60m del Monster Offwidth. Con el Rostrum en el bolsillo llega la hora de un clasicazo: Separate Reality, muy buena aunque un poco más canija de lo que te esperas, sin duda las hay mejores como Tales of power que está justo debajo. Davilo se la encadenaría con una zapatilla en el pie izquierdo, ahí queda eso! Esta vía se convierte en mi perdición, me lesiono la inserción poplítea de la rodilla y me olvido de escalar en una semana (tres semanas por delante de lo más frustrantes en las que sólo puedes asimilar que a veces estas cosas pasan). Consciente de que hay cosas peores y problemas mayores en el mundo te olvidas de la tapia, de Astroman, Free Rider... y sonríes.

Las dos siguientes semanas las pasamos mayormente haciendo búlder. De perreo por el Camp 4 con todos los que vas conociendo: Chus, Rulo, Samu, Miquel, los bous Eudald, Turko y el palmero Germán, Javi y Sergio, el Furry, los eslovacos priva-cervezas, Tarragó y Manel (ya es mala suerte ir al culo del mundo para encontrarte a tu jefe, eh Davilo!), Kathi y Oliver, Gerhard, Tim y Elena, los chilenos Nico, Rusio y Sebas, Crystal, Christine y Zoe, Genny y tantos otros que seguro que me olvido... Y también haciendo otras cosas como ir a ver sequoias a Mariposa Grove, darse el pateo a la cima del Half Dome en el caso de Ana y Rulo, subir en busca del deseado fresquito y de los bloques de Toulomne...

El tiempo pasa y Ana parte al final de la cuarta semana. A nosotros aún nos queda una etapa del viaje: Bishop. Adoptado el Rusio llegamos al paraíso bloquero en busca de más granito, roca volcánica y termas; no sin antes parar en unas termas en mitad de la nada a las afueras de Mammoth guiados por Genny. Poco a poco vamos encontrandonos con la avanzadilla que nos llevan ya varios días de ventaja. El sitio es impresionante y los bloques son en su mayoría 5 estrellas, algunos de ellos muy altos. El mejor sitio de bloque que he visto nunca. Flipando con los bloques nos quedamos sin yemas en cuestión de días, la roca, las formas.... todo es simplemente perfecto!!!! Salvo por el hijo de puta que nos robó en las termas (toda la pasta de Rusio, el bolsito de Davilo pasaporte incluido...)

Al final tocó abandonar el paraíso antes de tiempo para ir al Consulado de San Fran a que le hicieran un salvoconducto a Davilo para poder volver (la de pegas que te ponen para que te lo den y no digamos con los polis del aeropuerto). Aprovechamos para visitar a Rahab en Napa (gracias mil por acoger a semejantes costras, por esa cena... por todo!), movernos un poco por el barrio hippie de Haight-Ashbury y hacer algunas compras. Hasta conseguimos encontrarnos con los sin papeles Pablo y Javi horas antes de embarcar. Lo que no conseguimos fue que nuestros petates llegaran con nosotros. Y es que en este mundo donde la obsesión por la seguridad prima sobre las libertades individuales, Londres tiene siempre la última palabra. Menudos hijos de puta!

Pd: Ana también sufrió lo suyo para volver, pagos por sobrepeso, anulaciones, vuelo vía Reykjavik...

Pd 2: con semejantes paranoicos rigiendo el mundo volar apesta. Y siempre que puedas evita hacer escala en Londres o vete haciendo a la idea de que tu equipaje llegará en el vuelo del día siguiente, eso sí, con una mísera indemnización por las molestias de 20 dólares.









Para ver las fotos a pantalla completa pulsa abajo: http://www.flickr.com/photos/vamosbicho/sets/72157601123433056/show/

2 comentarios:

climbingpost dijo...

Tres cosas:
Vaya fotos!!
Vaya viaje!!
Anita sigue dando guerra, que alegría de verla!!
Por otro lado, ¿Cómo coño se hacen esas presentaciones con el flickr??

Gracias Palín.

climbingpost dijo...

Por cierto, No soy Piru!!!